Últimamente, pasamos más tiempo en casa, sobre todo nuestros hijos. Esto hace que este sea el momento ideal para empezar a proveer a los hijos con un cimiento de conocimientos financieros que pueda ayudarles a mantenerse estables y exitosos durante el resto de sus vidas. La enseñanza de buenos hábitos financieros puede empezar antes de lo que piensas.
Los niños empiezan a entender el concepto de los ahorros cuando tienen la edad para introducir monedas en una alcancía. Aproximadamente, cuando están en jardín de niños (kindergarten), ya tienen una idea de que el dinero es importante. Cuando empiezan a pedir dinero o desean comprar un codiciado juguete, tiene sentido abrir una cuenta bancaria y empezar a enseñarles los principios básicos sobre administración de dinero y los valores con respecto a gastar y ahorrar.
De acuerdo con la ley, los niños menores de edad no pueden abrir una cuenta de ahorros. Necesitan de un padre o un tutor para establecer una cuenta de custodia o conjunta. Una cuenta de custodia es propiedad del niño, pero la administra el padre hasta que el hijo cumple 18 años. Con una cuenta conjunta, tanto el padre como el hijo tienen acceso a esta, pero el adulto puede supervisar o limitar la actividad. En otras palabras, puede poner un límite en el monto que el niño puede retirar de la cuenta monitoreando continuamente la actividad. Ambos tipos pueden convertirse posteriormente en sus cuentas propias.
Al indagar acerca de cuentas, busca un banco que incentive a los jóvenes a ahorrar con cargos bajos (o sin cargos) y con requisitos de saldos bajos. E igualmente que con tu dinero, asegúrate de que la cuenta de tu hijo esté protegida por la FDIC.
Además de esos principios básicos, te ofrecemos cinco consejos para motivar a tu hijo acerca de la banca y empezar una vida de hábitos financieros sólidos.
Conecta el concepto de ahorros en una cuenta bancaria con esperar por algo que vale la pena. Si están esperando para comprar un helado, recuérdales que el resultado es un gusto que realmente desean. Algo similar ocurre con los ahorros: ahorras para algo que querrás o desearás más adelante. En el caso de chicos más grandes, ayúdales a pensar en los ahorros en términos de metas que se logran con el tiempo. Por ejemplo, tal vez deseen planear para comprar su propio auto o prepararse para ayudar con costos universitarios.
Es tentador buscar una banca en línea o administrar tú mismo(a) el dinero de tu hijo. Pero ayuda a tus hijos a participar en establecer una cuenta. Llama a tu banco con anticipación para programar una cita y haz que tu hijo lleve la información necesaria (consulta qué artículos hay que llevar al banco). A algunos niños les emociona participar en una junta empresarial en la que ellos sean el centro de atención, pero si tu hijo es tímido, ayúdale.
Por otro lado, pregunta si es posible tener un recorrido del banco. Algunos bancos permiten que los niños vean el interior de la bóveda o el cuarto de cajas de seguridad, en otras palabras, el cofre del tesoro. También ayuda si los representantes bancarios ofrecen una paleta después de las transacciones o si los niños pueden insertar el cambio de la familia en un contador de monedas. Estas experiencias hacen que sientan que el banco es un lugar acogedor y que lo disfruten, lo cual ayuda a que un hábito bancario se mantenga en el futuro.
Incorpora parar en el banco para depositar asignaciones de dinero, ganancias y obsequios como parte de la rutina regular familiar. En general, recuerda que todo el tiempo estás siendo el modelo de un comportamiento financiero, ya sea tu intención hacerlo o no. Habla en voz alta acerca de tus decisiones de gastos y de ahorros; por ejemplo, cuando agregues dinero a un fondo para vacaciones familiares. Identifica maneras en las que ahorras en la tienda de comestibles y recalca cuando alguna compra sea un derroche. Todo esto ayuda a los niños a aprender el valor y el uso del dinero.
Nada motiva mejor la concientización financiera y un hábito sólido de ahorros como el interés o igualar los fondos. Enséñale a tu hijo cómo funcionan los intereses: al simplemente dejar su dinero en el banco, obtiene un poco más. Si deseas reforzar los ahorros aún más, considera igualar los ahorros de tu hijo cuando, digamos, haya ahorrado para una meta en particular. “Si ahorras $50 para tus patines en hielo este mes, yo igualaré ese monto”.
Es posible que un niño de seis años no esté listo para leer su estado de cuenta bancario y conciliar su cuenta, pero cuando tenga 10 años, puede intentarlo. Para cuando los hijos obtienen su primer empleo, estarán aprendiendo acerca de los impuestos. Y para cuando tengan su primera cuenta de correo electrónico, deben estar conscientes acerca de las estafas y engaños financieros que parecen ser demasiado buenos para ser verdad. Al empezar su educación financiera cuando son jóvenes, obtendrán tanto confianza como perspicacia al tomar decisiones sólidas.
Lo que debes tener para abrir una cuenta conjunta con un menor de edad:
¿Estás interesado(a) en abrir una cuenta de cheques para tus hijos? Infórmate cómo abrir una cuenta bancaria con un menor de edad.
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